El establecimiento está situado á cerca de 100 leguas de la ciudad de Buenos Aires, y un poco al Sur de la Mar Chiquita. Se compone de tres estancias llamadas “Vivoratá”, “Armonía” y “Laguna de los Padres”, que están ahora reunidas bajo una misma administración. La más importante de ellas, en cuanto a magnitud y situación, es la última la cual tiene un frente de 30.000 varas al Atlántico, y al examen de este frente, o línea de costa, dediqué mi atención con preferencia. La mitad de la Costa al Norte es una barranca de tierra roja y tosca, cuya altura varía de 10 a 30 varas, es regular en su perfil, y tiene una inclinación den general de N. a E., no ofrece ninguna fisonomía de interés.
La mitad Sur es mucho más quebrada e irregular: en ella la formación Pampa se ve interrumpida por a presencia de columnas de granito y piedra arenisca, formando proyecciones o promontorios sobre la costa. La primera colina de piedra que se encuentra se llama Sierra de la Chacra, y a corta distancia más al S, cerca de 1200 metros, se levanta otra colina de forma semejante, y que denominaremos nosotros la Sierra de la Hidra.
Entre estas dos colinas, está la bahía principal destinada a la formación de un puerto.
El terreno entre las colinas es llano y bajo, no excediendo de tres varas sobre el nivel de la playa, y tiene un desagüe hacia el mar.
Durante la permanencia en aquellos lugares presencié el efecto causado por los temporales en la arena. Formóse una excavación al mismo pie de la Sierra de la Hidra al furioso embate de las olas que entraban del SE, arrastrando las arenas hacia el centro de la Bahía. Algunos días después cambió el viento, y la arena volvió a tomar su posición anterior. Cuando esté colocado el rompeolas las aguas, no afectarán ya la playa en la vecindad del muelle”
Con la apertura del Grand Hotel de la familia Luro (1881), se empezarán a instalar sobre la arena las primeras casillas de baño de madera, que se irán sofisticando, especialmente con la llegada del ferrocarril (1886) y la construcción del Bristol Hotel (1888). Las casillas colocadas una al lado de otras, iran conformando una rambla que ocupará la linea mas alta de la playa, sobre una pequeña barranca natural que va descendiendo hacia el mar. Escalinatas y puentecitos van a ir comunicando el complejo hacia la arena y al exterior.
Siguiendo la curvatura natural de la costa, a lo largo del tiempo la rambla se irá prolongando y las primitivas casillas de baño se transformarán en balnearios con todas las instalaciones necesarias para gozar del mar y la playa: baños de agua dulce y de mar, piletas de natación, comercios de todo tipo, cines, confiterías, casas de fotografías, jugueterías, joyerías, florerías, etc. Junto a los balnearios o mezclados entre ellos se encontraban tambien casas de baños particulares de uso residencial.
La primera rambla (1881-1890)
Según cuenta nuestra historia, el gerente del Grand Hotel , Félix Menvielle tuvo la idea de instalar directamente sobre la arena casillas de baño unidas por una tarima de madera.
Lejos de la línea más alta de la marea, las casillas estaban en la parte más alta de la playa, a las que se accedía por rudimentarias escaleras.
Un temporal la destruyó en septiembre de 1890.
La Rambla Pellegrini (1891-1905)
Sector de la Rambla frente al comedor del Bristol Hotel
Las niñas pasean en la rambla de tablas longitudinales. Las casillas se abren al espacio público a traves de la verandah (galeria cubierta).La foto muestra dos formas de ornamentar "los pie derechos" que sostienen las cubiertas: la casilla de adelante, con cenefas caladas; atrás una sucesión de arcos de medio punto. En el medio, una sencilla construcción con techo a dos aguas.
Alcanzó 800 mts de largo, el conjunto era muy "desordenado": además de las ubicadas sobre planta longitudinal con frente a la playa, las casillas se instalaban espontáneamente: sobre la barranca, sobre un puente que comunicaba con el Bristol hotel, o en la playa.
Un conjunto que se levantó en 2 meses y que perduró 8 años.
Aprovechó las ventajas que ofrecen las construcciones pre fabricadas: un campamento de instalación rápida, de uso temporario y de fácil desmantelamiento. Estas construcciones desaparecerán para construirse La Rambla Francesa.
Vista de la rambla desde el exterior: a la derecha la florería de José Chauvin.
Vista desde un balneario hacia la loma de Stella Maris.
La presencia de varias residencias y la Capilla Stella Maris, da cuenta que este conjunto de madera se ubicaba en el sector sur de la Rambla Francesa, y en el antiguo sector ocupado por el playa de pescadores.
En el libro "Casas compactas en Mar del Plata" del Arq. Cova, encontré una perlita: la descripción del Balneario de la Condesa Devoto que estuvo ubicado en los lotes 2 y 3 de la sección B de la Playa de los Pescadores. El balneario de madera se componía de una galería totalmente vidriada- cada hoja de ventana llevaba 10 pequeños vidrios- desde la que se bajaba a la playa por una escalinata. Una verandah abierta a los laterales determinaba la medianera con las construcciones vecinas. A la galería se abrían cuartos: ante comedor, comedor, guardarropas, baño, cocina, cuartos y patio. Cova nos dice que lo verdaderamente notable eran la fachada y la cubierta de la parte delantera que correspondía al estilo normando: mansarda paralela al mar con mojinetes laterales achaflanados en su parte superior, mojinete en el eje principal, cruces y diagonales que enmarcaban falsas ventanas con arcos de medio punto.
Fuentes: "Las Viejas Ramblas", Arq. Roberto Cova, Arq. Roberto Fernández y Susana López Merino. Un librito sumamente interesante en el cual se relata la historia de las primera etapa de Mar del Plata, las ramblas y la vida social. Además un análisis sobre la Rambla Bustillo.
Un saludo a todos, Virginia E.
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